jueves, 16 de mayo de 2013

Crítica sobre la clase de Ética.

Bueno, supongo que esto es algo personal y cada uno tendrá su punto de vista, así que voy a dar el mío sobre las famosas clases de Ética de nuestro héroe y profesor Enrique.
Tiene digamos una forma muy peculiar de explicar Ética, una forma animada y con unas sencillas reglas, es decir, aprendemos divirtiéndonos. En su clase hay tiempo de todo, nos lo pasamos bien, o al menos yo, pero descuida, cuando tiene que actuar como profesor enfadado lo hace, aunque la mayor parte de las veces con un punto de ironía y sarcasmo. Todo el mundo habla muy bien de él en el instituto, y la verdad es que se ha ganado el respeto de hasta los alumnos más problemáticos y eso es de admirar.
Vale, vamos a hablar de sus clases. Veamos, a mi me gusta mucho la manera que tiene de explicar, de dar pequeña materia cada hora a la semana que tenemos con él y explicarnos con ejemplos que nosotros podamos entender, es decir, de la vida que llevamos los jóvenes. También, se molesta al empezar la clase en dar un breve resumen de lo que hemos dado anteriormente para que no se nos olvide nada, y aunque son pequeños detalles, marcan la diferencia, ya que refrescándote lo de la clase anterior, te ayuda a enterarte más de la materia que se va a dar ese día.
Tiene unos criterios para mi gusto muy buenos, ya que nos da siempre la posibilidad de aprobar muy fácilmente  Los exámenes me gustan mucho porque aunque en algunos ponga preguntas graciosas, nos sirven para reflexionar y nos hace pensar mucho y quieras que no eso es de agradecer porque así sabemos lo que hemos aprendido.
Que yo piense ahora no hay nada malo que pueda decir, solo espero que ojalá vuelva a coincidir otra vez con él, porque es un buenísimo profesor.
Y esto es todo por hoy, o quizás no, pero es que lo bueno, se da en pequeñas dosis.

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